Puntos clave o datos importantes

• La obediencia es resultado de un proceso de enseñanza, proceso que empieza inicialmente por oír la palabra de Dios por fe y de manifestar dicha fe en el ejercicio de las obras que nos apartan del mal, “obrar el bien”, según la doctrina de Dios y de su Hijo Jesucristo, transmitida en las Sagradas Escrituras, puesto que, para que haya enseñanza tiene que haber alguien que enseñe.

• En el mundo nos identifican por el testimonio, es decir, lo que hacemos y el cómo hablamos, por lo tanto: evitemos las obras de la carne para no caer en pecado, así mismo no ser tropiezo de todos aquellos que buscan a nuestro Dios; por lo tanto tenemos que tener un proceso de enseñanza y así mismo dar testimonio (haciendo la voluntad de nuestro Dios).

• Es necesario que cada uno de nosotros busquemos tener una buena identidad como hijos de Dios pues no solo es conocer las escrituras, sino poner práctica todo ello, aprender a tomar buenas decisiones tomando en cuenta que en nuestra cotidianidad nos enfrentamos a obstáculos en los cuales el adversario busca hacernos caer, debemos adoptar el comportamiento como un estilo de vida hacia la santificación.

• Creo que un punto clave es que para el proceso de perfección en el que nos encontramos es muy importante tomar en cuenta todas nuestras acciones, tomando especial atención a aquellas que pueden parecer insignificantes pero que constituyen nuestro día a día. Si no tenemos cuidado con estas acciones podemos dañar nuestra relación con Dios y ser objeto de señalamientos de parte de los hombres. Cómo embajadores de Dios, el comportamiento adecuado es fundamental para cumplir nuestras funciones y mandamientos que nuestro Señor nos da.

• Lo que puedo rescatar es que en las Sagradas Escrituras vemos varios ejemplos donde hubo bendición por el buen comportamiento de aquellos que hicieron la voluntad de Dios, y consecuencias de aquellos que cometieron falta delante de nuestro Dios. Debemos comportarnos de manera digna, principalmente por qué somos hijos de Dios y por qué conforme a nuestro comportamiento seremos identificados por el mundo o incluso tratados ya que al mostrar nuestros buenos principios podemos poner límites.

• Que nuestro hablar siempre debe ser apartado de todo mal, ya que si caemos en error podemos cerrar la oportunidad de esparcir el evangelio a todo aquel interesado en conocer a Dios y tener en cuenta que debemos ir perfeccionando día día, para dar testimonio como hijos de Dios.