Obedecer en el Señor a nuestros padres
Una de las grandes bendiciones que Dios nos otorga es la familia, pertenecer a una es esencial en nuestro desarrollo personal. Desde la niñez los padres son fundamentales para que crezcamos en plenas condiciones físicas, emocionales y de salud, pero lo más importante es: crecer en el conocimiento espiritual, en el amor hacia Dios, y en el compromiso con su obra (Pr. 22:6).