
Infografía. Zorobabel y la reedificación
Puntos clave o datos importantes
- El pueblo de Israel, en específico el Reino de Judá fue atacado por la nación más poderosa y grande de ese entonces, siendo llevados en cautiverio. A pesar de todo eso, Dios en su misericordia preparó un plan para momentos futuros, pues los babilonios permitieron que prosiguiera el linaje del gobernador de Judá (Haggeo 2:1-2).
- Zorobabel, elegido por la voluntad de nuestro Dios para iniciar el levantamiento del reino de Judá; además de él fue llamado el sacerdote Josué, por medio del profeta Haggeo (Haggeo 2:2 y 4).
- El territorio de Israel ha tenido enemigos que buscan derrumbarlos e impedir que el pueblo de Dios se desarrolle; por lo que hicieron todo lo posible para impedir su reedificación, buscaron ayuda diplomática y de armas, hasta que intentaron una nueva estrategia… ofrecer su ayuda (Esdras 4:1-2).
- El pueblo tenía necesidad, tanto de recursos como de manos para la obra, sin embargo, Zorobabel y los cabezas de los padres de Israel rechazaron el apoyo que les habían ofrecido, pues tenían siempre presente que el poder de Dios puede más que las manos de los hombres (Esdras 4:3).
- Nuestro Dios al igual que a Zorobabel nos llama a trabajar, a edificar una Iglesia más fuerte y una juventud más dedicada; por lo que seamos como Zorobabel y no rechacemos este llamado, pues nuestro Dios nos da fuerza y ánimos para continuar. ¡No cedamos ante los enemigos de nuestra Fe!
- No importa en qué momento de la vida podamos estar, si tenemos carencias o necesidades, pues obedeciendo a nuestro Dios y no atendiendo a las inmundicias de este mundo nosotros podemos edificar y reedificar nuestra vida; siendo nuestro Padre Celestial la columna y fortaleza de nuestra obra (Sal. 127:1). Recordemos las palabras dichas a Zorobabel, y hagámoslas nuestras: «… esfuérzate, dice Jehová; esfuérzate también, Josué, hijo de Josadac, gran sacerdote; y cobra ánimo, pueblo todo de la tierra, dice Jehová, y obrad: porque yo soy con vosotros, dice Jehová de los ejércitos.» (Haggeo 2:4).
